Sobre Cabo de Palos tengo mucho que contarte, porque es uno de mis rincones favoritos. Incluso para ir en invierno a escuchar el viento y el mar. Es un pequeño pueblo de pescadores que conserva el encanto de antaño y que ha quedado «algo» al márgen del boom inmobiliario.
Hay algunas casas antiguas que son auténticas maravillas. De las de asomarse por la ventana porque el interior es aún más fascinante. Hasta conserva una pequeña oficina de correos con un horario de atención al público bastante especial: 15 minutos al día 😀
En esta entrada puedes ver pequeñas pinceladas del puerto y del pueblo. Pero iré enseñándote muchas más cosas: actividades acuáticas, rutas por los acantilados, calas donde bañarse o sitios donde comer bien. Y por su puesto no se me olvidará su lugar más visitado: el faro.
Como puedes ver, un lugar en el que entretenerse largo y tendido con la cámara de fotos.





