Hoy viajamos a este estrecho tan singular, escenario de otras épocas y otros seres vivientes que dejaron de existir. La primera vez que vine aquí tendría unos 8 años y me pareció adentrarme en un pasadizo por el que se habría aventurado el mismo Indiana Jones.
En este lugar, la temperatura baja, la humedad nos rodea y la luz se hace tenue, todo rodeado de un silencio que retumba por las paredes.
Una aventura para dejar volar la imaginación, para respirar ese asombro que nos producían los lugares mágicos cuando éramos niños.

El Estrecho de la Agualeja o Arboleja (se le conoce de las dos formas) es la prolongación de la rambla de Lébor en las faldas de Sierra Espuña, a unos dos kilómetros de Aledo. Se trata de una falla en la roca que ha sido declarada Lugar de Interés Geológico. En ella podemos contemplar los restos de organismos marinos que excavaban en los sedimentos, conchas e incluso corales. Las formaciones rocosas producidas por la erosión del agua no son menos asombrosas.
Si te gustaría conocer un poco más sobre este lugar tan especial, puedes acceder aquí.
Cómo llegar
Se accede por la autovía dirección Granada, salida 620 hacia Totana. Después por la carretera RM-502 que también nos lleva al Monasterio de La Santa de Totana. Al pasar Aledo llegamos a una rotonda en la que nos desviamos a la izquierda dirección Lorca por la RM-C21. A 2,5 km tomamos por un camino que nos señala al área recreativa de la Arboleja.
¡Hasta la próxima entrada!
En algunas de las fotos he visto un dinosaurio…
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Estaban camuflados!
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Nunca me hubiera imaginado estas formaciones espectaculares en nuestra región. ¡¡¡Fantástico!!!.
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Sorprende este lugar desde luego 🙂
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